La casa - celula Xìbāo Fángzi es un edificio práctico con altos niveles de adaptabilidad. La premisa inicial fue crear el diseño de una estructura habitable que permitiera un modo de vida flexible y versátil, utilizando un sistema prefabricado y eficiente. Para alcanzar este nivel de adaptabilidad, se plantean 4 principios de actuación que dirijan la búsqueda hacia un prototipo exitoso:

Vivienda universal: Un hogar para cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Adecuado para diferentes necesidades.

Economía: Utilizando la menor cantidad de materiales posible y generando un sistema de montaje rápido con un mínimo trabajo en obra. 

Temporalidad: Ensamblaje rápido, sin impacto sobre el terreno y con la posibilidad de desarmarse si fuese necesario. 

Ambientalmente amigable: Independencia energética y autosuficiencia de agua, un mínimo consumo energético sin afectación sobre el lugar. 

La lámina de BCORE puede hacer todo esto posible. Esta lámina de acero inoxidable es el fundamento del proyecto, es la base estructural y constituye las entrañas de la edificación. Se opta por dividir la lámina de 12 metros en secciones de 2,4 metros, todas de igual tamaño y sin ningún desperdicio, posibilitando un almacenaje cómodo para un transporte fácil. Estandarizando las piezas de construcción se logra una fabricación sencilla y una producción eficiente, y al unir estas piezas iguales se obtiene como resultados un hexágono regular, una figura tan elemental como natural. Se elige el hexágono por su estabilidad geométrica,  por su equilibrio estructural y formal, porque su longitud puede ser ajustable y además tolera agrupaciones diversas y numerosas. Una figura perfecta. 

Una unión de acero es la encargada de mantener la forma de la estructura. Esta pieza triangular, especialmente diseñada para sujetar 3 láminas al tiempo, otorga el ángulo perfecto para conformar el hexágono y faculta al sistema para que se multiplique en numerosos conjuntos de hexágonos, como un fractal. 

El hexágono es el módulo inicial, el núcleo habitable. Una vez construido se ancla una lámina más de BCORE sobre sus dos aristas inferiores para conformar el entrepiso, dividiendo el espacio en dos, un espacio superior, que es la casa en sí, y un espacio inferior para los sistemas que mantienen la casa viva, para su organismo  almacenaje. 

Al interior de la vivienda, sobre las láminas de bcore, se adicionan dos capas. La primera, lana de roca como aislamiento térmico, preparando la casa para cualquier clima extremo y evitando los puentes térmicos y el desperdicio de la energía. La segunda capa, paneles de bambú prensado que consolidan el espacio y lo hacen acogedor.

Se busca que la casa Xìbāo fángzi sea completamente autosuficiente, de esta manera garantizar la habitabilidad en lugares inhóspitos. Para ello, se posicionarán paneles fotovoltaicos en la cubierta que esté inclinada hacia el sol, garantizando la mayor captación de energía. La casa contará con un sistema de recolección y purificación de aguas lluvias, el agua recolectada se almacenará en tanques ubicados en el subsuelo de la vivienda, parte de ella se utilizará para el uso cotidiano, y otra parte se calentará por medio de sistema de colectores solares de tubos de vacío, esta última se almacenará en un tanque aislado especial para conservar el agua caliente. 

Xìbāo fángzi debe adaptarse a todo tipo de paisaje y cultura. Con este objetivo, se le adiciona a la estructura extremidades metálicas que se anclan con pernos a la superficie del BCORE. Estas extremidades facultarán a la casa para posicionarse sobre terrenos con abruptas topografías o hasta sobre cuerpos de agua, todo en función del lugar y las necesidades. 

La humanidad es heterogénea, está en constante cambio y evolución y necesita que la arquitectura mute al ritmo que lo hacen las personas.  Xìbāo fángzi posee la capacidad para adaptarse a este constante y desconocido devenir, dejando la puerta abierta a futuras adaptaciones y modificaciones. La casa parte de un módulo básico, un monoambiente que puede ser multiplicado tantas veces sea necesario, creando nuevas habitaciones y ajustándose a diversos modos de habitar. Cada quien puede personalizar y transformar la casa de acuerdo a su gusto y necesidades.   

La casa es tan flexible como la tecnología lo permita, los modos de agrupación son infinitos, como lo son las situaciones humanas. Xìbāo fángzi puede responder a todas estas realidades, podría ser un rascacielos o hasta una casa flotante. El cambio es parte integral del funcionamiento de una ciudad, y si la arquitectura pierde esta capacidad de transformarse, se volvería obsoleta.